Bien hablamos de personas no
videntes que pueden conectarse al Internet, navegar por las redes y tener acceso a la información y el conocimiento del mundo globalizado; Gracias a
dos software (Jaws – Orca), que convierten el contenido de la pantalla en sonido.
En Bolivia, y de manera concreta
en Cochabamba, el fenómeno es una realidad latente que va cobrando vida al paso
del tiempo.
Para conseguir este propósito,
estos programas convierten el contenido de la pantalla en sonido, de manera que
el usuario puede acceder o navegar por él sin necesidad de verlo.
Jaws sincroniza el
trabajo de lectura del código fuente, aislando el mouse y procediendo a la
utilización de comandos de teclado, lo que permite al usuario, a través del
comando de voz procedente de Jaws, saber en qué sitio de la pantalla o
plataforma está.
Desde la aparición
de la primera versión de Jaws en 1994
en EEUU, Freedom Scientific desarrolló su última versión 11.0. Esta última versión
está disponible solo en inglés.
El sistema requiere
actualizaciones para la utilización de una siguiente versión del software,
según la necesidad y criterio del usuario.
El Jaws hasta su
versión 10.0 tiene la facilidad de configuración en idioma español.
Este software es descargable con
una duración limitada, pero para disponerlo permanentemente el costo de licencia oscila entre 700 a 1000
dólares, según afirma Fernando Luna Pizarro Lic. En Comunicación Social,
voluntario del área de Producción de material braille del Centro de
Rehabilitación para Ciegos “Manuela Gandarillas” (CRC-MG) y miembro de la
Comunidad Internacional Orca en el mundo.
Durante la investigación pudimos
localizar Eduardo Olivera Moore Psicólogo y Consultor Psicopedagogo, además,
persona no vidente que ha tenido bastante experiencia en técnicas de
dactilografía y sobre todo en el uso y aplicación del Jaws en Windows y sus
últimas versiones.
“Yo soy una persona (no vidente),
había aprendido algo de computación cuando era estudiante, y mi vida cambio
desde que aprendí a utilizar el (Jaws) […] Miércoles¡¡ ojalá hubiera aprendido
esto en la Universidad, me hubiera ayudado hartísimo […] He complementado el braille con estas
nuevas tecnologías“, cuenta Olivera quien se capacitó gracias a CENACO
institución vinculada al Instituto Boliviano de Ceguera (IBC) hace 7 años.
A través de Jaws
Olivera ha podido realizar trabajos en herramientas de Microsoft Office, como
ser Word, Excel y otros, además de
concadenar el Jaws con otras aplicaciones que le han permitido anexarse al
Messenger Live, Hotmail, facebook para el chat y el envío de correos
electrónicos y se distribuye en todo el mundo a través de su página oficial.
“Gracias al Jaws he podido usar
otras aplicaciones que ahora me permiten ingresar y salir con facilidad de los
navegadores Mozilla Firefox, Google Chrome e Internet Explorer, además de poder
enviar correos electrónicos y chatear a través del facebook”, cuenta Olivera.
Mientras el Jaws trabaja con el sistema operativo
Windows, Orca es un software que trabaja con el sistema operativo LINUX.
Orca es un software libre
desarrollado por un grupo de voluntarios segregados por el mundo y del cual
participan un pequeño grupo de voluntarios cochabambinos, quienes han
modificado la lectura del código fuente con “bolivianismos”, para una lectura
más eficaz y eficiente de modismos y jergas nativas y tradicionales.
El Lic. Luna afirma que este
software tiene mayores ventajas por las necesidades de la Institución (CRC-MG),
que no cuenta con presupuesto para temas de desarrollo tecnológico para los no
videntes ya que depende del Estado.
“Las ventajas es que por ejemplo
el LINUX es un sistema operativo libre, no requiere como el Windows
actualizaciones por el tema del virus, ya que no tenemos dinero para gastar en
antivirus o suscripciones. Por otro lado LINUX no requiere licencia, lo que
permite mayor accesibilidad para personas no videntes que no tiene recursos
económicos, permitiéndoles descargarlo gratuitamente”, dice Luna.
Orca a diferencia de Jaws, puede
adaptarse y realizar la lectura de programas de dactilografía con los que los
estudiantes aprenden computación en esta institución.
María Carvajal Lic.
En Informática Responsable del Área de Producción en Braille, junto a su equipo
de voluntarios, ha logrado en el último año producir contenidos en braille para
los estudiantes no videntes del “Manuela Gandarillas”, un trabajo denominado Tiflotecnología.
“No existen
editoriales en Bolivia que produzcan libros y textos en braille, somos quizás
los primeros en hacerlo en Bolivia”, afirma Carvajal.
JULIET PRO-60 es una impresora
que transforma el texto en braille. A partir de la instalación de un software
llamado Quike Braille se configura cualquier texto transformándolo, a través de
la impresión, en texto braille. Existe en el mercado mundial su versión
(ROMEO), con otras características.
PRO-60 es una impresora que
requiere papel especial cuyo grosor solo existe en La Paz, en el caso
Boliviano. La configuración debe determinar el ancho, tamaño y características
de la página.
La plataforma de impresión solo
permite el ingreso de 29 líneas de texto por página, los cuales se disminuyen
en 13 por los espacios en blanco que son requeridos para la lectura del texto
braille. Lo que significaría que para transformar un texto convencional de un
libro de Gabriel García Márquez, se necesitaría imprimir varios tomos de un
solo libro.
“Lo que hacemos aquí es
transformar textos convencionales, para luego “adaptarlos”, según la necesidad
de los estudiantes no videntes […] Nosotros estamos produciendo material en
braille con un perfil pedagógico distinto, cosa que los estudiantes puedan
comprender su realidad”, afirma Carvajal.
PRO-60 puede imprimir no solo
texto convencional sino también el texto matemático en braille y el que se
utiliza para las partituras de música también en braille.
Esta impresora llego a Cochabamba
para su funcionamiento en el Instituto “Manuela Gandarillas” el 12 de diciembre
del 2011 y puesta en funcionamiento el 2 de marzo de este año según afirma
Flores director del establecimiento.
“Cuando nos trajeron la impresora
fue un cambio absoluto, quizás sea la única en Bolivia […] En la institución en
este tiempo ya hemos sacado partituras en braille para los estudiantes no
videntes que trabajan con música, textos para primaria Alborada y Primeras
luces. […] Esto ha ayudado a los estudiantes a integrarse mejor a la sociedad
de hoy. Ahora los familiares no tienen que hacerles la tarea, ahora ellos la
hacen solos”, dice Carvajal.
Manuela Gandarillas (CRC-MG) un Centro de Inclusión
tecnológica para no videntes
En Cochabamba existen dos
instituciones de esta categoría para no videntes, uno es “Manuela Gandarillas”
que pertenece al Estado y otro llamado FAPIZ que es una institución privada
dependiente de la Iglesia católica.
El (CRC-MG) es una entidad que promociona
la utilización de las TIC`s (Tecnologías de información y comunicación),
gracias a su Director Nicomedes Flores, quien es no vidente y que trabaja con
el LINUX y el Orca actualmente.
La institución recibe anualmente
un promedio de 30 a 50 estudiantes, cuyo número es una variable a causa del
carácter transitorio de los estudiantes.
Existen este año 50 estudiantes
establecidos, de los que aproximadamente un número de 20 personas trabajan de
manera independiente.
Alrededor de 30 no videntes, en los
4 años de funcionamiento del gabinete de computación, han sido capacitadas en
nuevas tecnologías de información y comunicación, además del manejo del Jaws y
Orca.
“No existe un número establecido
de estudiantes no videntes como en los colegios. Acá están un tiempo luego se
marchan, ingresan otras, además de que ahora está abierta a personas externas al establecimiento.
No existe una manera concreta de
saber cuántos no videntes hay en Cochabamba y cuantos han sido capacitados,
pues muchos se quedan en sus casas y algunos padres los ocultan”, afirma
Nicomedes Flores Martínez Director del (CRC-MG)
Hace 4 años que el
establecimiento ha desarrollado un gabinete de computación que fue renovado
recientemente el 2011 y que trabaja incorporando el software ORCA en su
enseñanza y aplicación.
La entidad tiene además un
convenio - hace más de 10 años - con CEICOM, donde los estudiantes realizan sus
prácticas con Jaws y reciben certificados abalados.
La donación extranjera de equipos para el gabinete de computación y
producción de materiales en braille, fue resultado de la publicación de una
página web que tuvo la institución hace 2
años - (Accesibilidad.com),
página que no está en línea por razones de sostenibilidad económica -, con
motivo de la búsqueda de donaciones.
El contacto fue señalado con una
entidad ONG de Australia, que habría proveído a la institución de las
computadoras de última generación y con los cuales el Jaws y Orca pueden tener
la velocidad adecuada de trabajo.
La institución recientemente se
ha abierto al público externo, recibiendo tanto a estudiantes como personas
adultas y de la tercera edad, a quienes capacitan en manejo de Jaws y Orca.
Pese a existir las herramientas
de computación y de adaptación para no videntes, Manuela Gandarillas no cuenta
con acceso a internet lo que limita el desarrollo y potencial de los programas
instalados.
“Lamentablemente no existen los
recursos económicos para permitirnos tener internet. Ya hemos hablado con
varias entidades y empresas pero ninguno nos ha escuchado aun. […] Esperemos
que ahora la Nueva ley de Telecomunicaciones pueda permitir mayor accesibilidad
en el tema de comunicación. En Bolivia no existe una normativa ISO que regule
el trabajo de accesibilidad en páginas web, solo la CNE cuenta con un fichaje
para emisión de voto en braille”, afirma Luna durante una entrevista.
Estas nuevas tecnologías deben
ser capaces de romper con el “asistencialismo” de los no videntes, una
iniciativa abalada por la nueva Ley de Telecomunicaciones, además de incorporar
un nuevo mecanismo de trabajo desde los derechos humanos, es una
responsabilidad de todos, afirma Luna.