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viernes, 24 de junio de 2011

Cultura educacional y Educación, ¿por que mejor no simplificarla?


Al inicio de este ensayo se pretende reunir una serie de criterios que funcionen como piezas base en la aplicación práctica de la educación en el contexto cultural de nuestro país, algo que parece ser difícil y para esto será necesario adentrarnos al fenómeno de la cultura educacional de la Educación en si, tomando en cuenta la tarea de la familia, el grupo afín y las instituciones de educación. Observaremos que en la globalización del mundo del conocimiento existe también un peligro de violencia simbólica donde ahondaremos tratando de asimilar estos conocimientos para este nuestro entorno social. Por otra parte existen variaciones muy notables al que se puede llegar dentro de este trabajo, tenemos en él un campo pedagógico, relacionado a las lagunas que produce la inconsistencia de la base cultural, antecedente obligado de la educación. Trataremos en tanto de profundizar la existencia de arbitrariedades culturales que conviven en la praxis de la educación.

Para este fin será necesario preguntarnos:
¿Por qué razón pensar en una educación del “futuro” puesto que intrínsecamente estamos sujetos al presente ineludible de la educación que intenta adecuarse, formarse, prepararse, etc.?
¿Por qué razón analizar el fenómeno cultural y poder simbólico en la educación? Estas respuestas se trataran de responder en el desarrollo del trabajo.

En una visión macro podemos decir que existe en el mundo de la globalización un compromiso tácito pactado por las principales tendencias, o mejor dicho, impuesto por las sociedades y los “Estado civilizados”, consiste en cultivar en el espíritu del educando los valores más altos de la actual cultura: la moral de los países grandes, con sus deducciones complementarias: civismos, honor personal y profesional, el deber de trabajar por el progreso de la ciencia y sus beneficiosas aplicaciones prácticas y cultivo de los sentimientos sociales; el desarrollo, en fin, de la personalidad suya que tal parece ser lo que se impone actualmente en la conciencia de la humanidad.
En tanto la visión micro nos demuestra un dueto educacional, profesor y alumno independientes para resolver el tema de “comprender el conocimiento” e interpretarlo de manera crítica y utilizable, este es el problema de los saberes.

Ahora estableciendo este preludio surge la crítica a los siete saberes necesarios. La práctica de la educación padece necesariamente de esas deficiencias de la “teoría y la práctica”. Y como el pensamiento vulgar tiende a llenar los huecos del pensamiento científico en las materias de aplicación a los fines primarios de la vida, y el campo de la fantasía no tiene puertas, hay un fatal desacuerdo entre los libros de la Pedagogía, el pensar común en asuntos de cultura (que es también el pensar literario, en su mayor parte) y la práctica de la educación. Es decir, no hay un desacuerdo, sino mil desacuerdos, ya que esta práctica difiere de un hogar a otro hogar, y aún de una escuela a otra escuela, y luego la sociedad contraría la obra cumplida en ambos sitios, y aquellas teorías son algo diferentes entre sí, y aquel pensar del “saber” suele variar según las particulares ideas y hasta el humor del momento del que habla o escribe.


Tratar el fenómeno educación, serena, imparcialmente, o como se quiera interpretarla, es tener que habérselas visto con el contacto entre sentido crítico y los sentidos de la percepción, por tanto es imposible de acordar o consensuar un conocimiento como tal y entre sí, de la misma manera que no pueden armonizar varios ruidos para crear un repertorio armónico.

La Pedagogía es un algo de complejísimo contenido, de distribución caótica, de contornos tan caprichosos e indefinidos, que ya se confunden con los de multitud de conocimientos sistemáticos –que no son Pedagogía, sino ciencias aparte– ya se reducen a tan estrechos límites, que apenas si aparece alguna débil consecuencia del principio fundamental, y si particularizamos cada “visión” desde el mismo campo del conocimiento, seguramente nos encontraremos en el mar del universo donde el hombre absolutamente esta perdido en un minúsculo espacio en el que trata de llegar a tocar lo que ni aun ha visto, es decir, donde la exploración de los siete saberes intenta aterrizar, no obstante acierta en las reglas invisibles que proporciona cada cultura y sociedad.

¿Y cuál es el principio fundamental de los conocimientos pedagógicos de la educación, el concepto propio de esa disciplina? Puesto que EDGAR MORIN y Los siete saberes necesarios para la educación del futuro nos presenta un desglose punto por punto de un mutún de ideas, que surca por los aires de toda la concepción “intelectual” del hombre, ¿cómo desistematizar todo este complejo a una “teoría-práctica” de la educación como tal? ¿Cómo llegar a las consciencias hegemónicamente dirigidas por los modelos absolutistas y liberales de la mente humana? Uf…Hasta yo me mareo…
Lo que intento razonar y hacer razonar es, el como simplificar de mejor manera un modelo que parta del ejercicio objetivo al plano de las práctica subjetivas de los educandos y educadores de este contexto subyacente y sobre todo de nuestra realidad “presente” y no futurista denominada Bolivia.
Quiero enfatizar en esta crítica de las críticas del abismo del conocimiento, el rol importante de la cultura y el ejercicio de violencia simbólica en la cultura educacional, por esa razón utilizare las bases de comprensión de la cultura ya aprendida en la materia de Comunicación y Cultura.

El sustento principal del ejercicio de la violencia simbólica cultural seguramente está en la acción pedagógica, la imposición de la arbitrariedad cultural, y no me digan que esta situación no es real.

Esta puede imponerse a través de tres vías: la educación difusa, que tiene lugar en el curso de la interacción con miembros competentes de la formación social en cuestión (un ejemplo del cual podría ser el grupo de iguales, amigos de la Universidad); la educación familiar y la educación institucionalizada (ejemplos de la cual pueden ser la escuela, institutos, etc.)
Pero ¿Por qué adentrarse en esta visión cultural de la educación?

La razón es que la sociedad o (sociedades) en la práctica social ejercen este tipo de intercambio de saberes, no solo se trata de la educación institucional lo repito sino de todo lo que es educación en la vida del ser humano, lo cierto es que desde esta perspectiva podemos llegar a comprender la “teoría-práctica” de la formación del conocimiento y el aprendizaje social y cultural que están sujetas intrínsecamente.

Todas las culturas cuentan con arbitrariedades culturales. Consecuentemente, con el proceso de socialización, se adquieren arbitrariedades culturales. En una sociedad dividida en clases co-existen distintas culturas, distintos enfoques, distintas visiones. El sistema educativo contiene sus propias arbitrariedades culturales, las cuales son las arbitrariedades de las clases dominantes, aunque esto parece estar cambiando en algo. La consecuencia de esto es que los niños por ejemplo de las clases desarrolladas, a diferencia de los de las clases en desarrollo y sobre todo subdesarrolladas, encuentran inequívoco la educación.


Toda enseñanza, en la escuela o en el hogar, descansa en la autoridad o el que cumple el rol de autoridad, (así se autorige la sociedad). La gente debe aceptar el derecho de aquella persona que tiene autoridad a hacer o decir cosas, o de otro modo esta autoridad se desvanece. Es así como en la escuela los alumnos han de aceptar el derecho del profesor a decirles lo que han de estudiar. El docente cuenta con una serie de límites sobre lo que legítimamente puede enseñar., por tanto no puede dedicarse a contar chistes.

Dado que, desde este punto de vista, las arbitrariedades culturales de la educación son las de las clases dominantes, pues así paso en la historia Boliviana durante y después de la república, y lo mismo sucede con la Globalización de las redes de información, son pues estas las que determinan qué cae dentro de los límites de la educación legítima. Por tanto, la educación no es un juez independiente: los criterios para juzgar a los alumnos están determinados por la cultura de las clases, cultura que resulta modificada hasta cierto punto por el sistema educativo.

La acción pedagógica, al reproducir la cultura con toda su arbitrariedad, también reproduce las relaciones de poder. La acción pedagógica implica la exclusión de ciertas ideas como impensables, así como su inculcación, bueno también esto empieza a ser relativo luego de un cambio brusco en la toma del poder simbólico de las últimas elecciones presidenciales en Bolivia.

La autoridad pedagógica es tan fundamental que a menudo se identifica con la relación primordial o natural entre el padre y el hijo. La autoridad no es uniforme en todos los grupos sociales. Las ideas ejercen efectos distintos. Esto significa que el éxito diferencial de la acción pedagógica está, en primer lugar, en función de que cada grupo o clase tiene un distinto “punto de partida” pedagógico.
Con esto hago referencia a una disposición hacia la educación contextualizada, resultado de la educación familiar, social e institucional, un reconocimiento intrínseco de la importancia concedida a la educación.

Un elemento clave que explica las desigualdades educativas es el de capital cultural. Es importante en tanto analizar las diferencias en los resultados educativos que no eran explicados en el texto referencia que habíamos leído para realizar esta práctica crítica.
Por tanto ahora tenemos un margen más claro respecto a la “educación” y la cultura educacional que nos rige, Es verdad nuestra educación va evolucionando junto a los nuevos sistemas de navegación virtual, sin embargo también surgen a la vez nuevas posibilidades de asimilar esa información, porque no hacerlo desde la teoría-práctica que se intenta simplificar en este trabajo .

En las diversas realidades en que se desenvuelven los márgenes y tipologías educacionales, me parece esencial hacer un trabajo en conjunto tratando de simplificar a unos simples conceptos, que además de prácticos logren su utilidad en esta sociedad. El aprendizaje debería ser esencialmente un fenómeno activo, parte del enfoque proveniente del educador y por el otro extremo el alumno que ensambla, extiende, restaura e interpreta ese conocimiento, para finalmente construir nuevos conocimientos, partiendo de su propia experiencia y contexto cultural imperativo, es decir, que el aprendizaje va depender no de el conocimiento mismo sino más bien del educando-educador protagonistas exclusivos de ese conocimiento revalorizado.

En fin es esencial reescribir el valor individual que le hemos dado a los procesos de “pedagogización” de la educación, sea este visto desde un punto de vista cientificista, filosófico o multidisciplinario, el problema de la educación no consta de analizar la cara o la espalda de lo “fundamental” , el problema está en la consciencia del hombre como hombre de conocimiento, y no del hombre que posee consciencia del conocimiento.


domingo, 12 de junio de 2011

PERIODISMO CIUDADANO HOY


Es necesario, al principio de este análisis, reflexionar sobre las necesidades que las instituciones, empresas de comunicación, universidades, etc., tienen por la falta de directrices que les permitan hacer génesis de una real y legítima contribución periodística, generando así nuevos espacios para una participación ciudadana más efectiva y mejor preparada. Una reflexión que permita darnos cuenta de la poca relevancia que se da al tema de periodismo y el concepto mismo de ciudadanía.
La realidad Boliviana hoy en día se ve inmersa de abanicos mediáticos de información, una lucha de los medios por acaparar el (control), de lo que muchos consideran, parte del público consumidor y cuyo resultado se basa en la satisfacción de las (propias) necesidades de los medios. Es impactante la cantidad de contenido que no es íntegro  y cuya elaboración no toma en cuenta ciudadano en la reconstrucción de nuestra realidad.

Repitiendo las palabras de Waldo Albarracín en el análisis de Tito; "Necesitamos promover a apóstoles del derecho impermeables a la presión política y económica, esos juristas pueden ser los verdaderos impulsores de la construcción de un sistema judicial diferente, acorde al proceso de cambio" (Tito P. Reynaga, 2011), veo la gran necesidad que tiene la propia política del ejercicio del ciudadano en la toma de desiciones y en la re-construcción de un modelo de sociedad de la información y comunicación.

Además queda en entre dicho y en el vacío, el verdadero rol del periodista, quien de antemano debería ser un nexo entre, la re-interpretación de lo que es “ciudadanía” y los ciudadanos (que no saben) que son ciudadanos. Es lamentable como en nuestra generación aun se cree que lo ciudadano es un “mérito” que solo los sujetos “urbanos-occidentalizados” pueden alcanzar. Por tanto ¿Cómo crear espacios para el ejercicio periodístico, si los que están invitados a ejercerlos, siguen pensando erróneamente que el (rol) es para un puñado colectivo, en el que no se ven reflejados?

Haciendo una retrospección de nuestra historia, veo sin duda que la construcción de nuestro Estado Boliviano ha pasado por estadios sumamente conflictivos y estacionarios. Desde un punto de vista jurídico queda claro que durante este proceso se han alcanzado grandes logros, pero que sin embargo estos siguen siendo demasiado ambiguos y sustancialmente superfluos. Derechos y obligaciones que no concuerdan en un sentido político real, una sumatoria de leyes y normativas que no devuelven al ciudadano el (derecho) inalienable de participación en la toma de (decisiones) sobre lo que (quiere) y lo que (necesita), un verdadero ejercicio democrático. No es envano decir que;  El público, con razón, participará. He dado aquí ejemplos de cómo sumará y aportará; dejo aparte otro camino obvio y menos interesante: la opiniónAfirma Jordi Pérez.(Obama World, 2011)

El ingrediente llamado “participación”, es indispensable en el desarrollo y construcción de nuestro país, articulado lógicamente a través de la comunicación y el periodismo. Será importante entonces tomar en cuenta dimensiones socio-culturales, políticas y socio-económicas como son: las estructuras de la comunidad, el género, la acción colectiva e individual, relaciones de poder en la ciudadanía, la política ciudadana y la gobernabilidad. Un sinfín de variables que son parte de nuestro contexto.

Cuando hablamos de (periodismo) divulgar y comunicar no se trata solamente del proceso  de envasado de la perspectiva (autocrítica) del periodista de turno, quién creyendo estar calificado para hacerlo, comete el gran error de sucumbir en la categoría de su propio (yo), el héroe de la prensa que no ve error alguno en su trabajo.

El trabajo periodístico es mucho más. Monasterio Betancur inrónicamente afirma que; Realizamos una investigación sobre un tema al que no le dan importancia los medios, pero es importante para la sociedad, este tema es el de los anuncios de prostitución y de servicios de compañía para adultos que sale en los diarios cada día. Redactamos la noticia, la publicamos  y ganamos el primer lugar gracias a este arduo trabajo titulado: Llamando al Placer. (Monasterio Betancur, 2011) Por tanto un verdadero periodismo  trata de generar interconexiones entre los periodistas de turno y aquellos ciudadanos que intentan producir un proyecto periodístico. Se trata de que tanto los periodistas de los medios,  como los periodistas (ciudadanos) de las calles coadyuven esfuerzos en una re-circulación de la información, combatiendo así la exclusión de los sectores sociales influyentes en cambios propositivos a favor de las nuevas re-construcciones sociales políticos, económicos y culturales, en una búsqueda que parece ser (utópica), pero que sin embargo intenta alcanzar el desarrollo sostenible y sustentable de los pueblos, naciones,   y sectores sociales  desprotegidos y del propio país.

Hasta el “santo” día de hoy queda con nosotros la urgencia por comprender e interpretar a la comunicación como un proceso de aprendizaje necesariamente social, haciendo de la praxis ciudadana un elemento vinculante en la construcción de saberes y conocimientos independientes y autónomos.

Veo que es irreprochable el intento por fundar un periodismo que trabaje por la gente y para la gente, es más, un periodismo que trabaje (con) la gente, un periodismo que deje de lado los intereses personales o de personas particulares a las que se subordinan, un periodismo que supere la praxis mecánica de informar para (formar) y educar. “Alimentar el conocimiento científico de la sociedad para fortalecer su toma de (decisiones) ciudadanas”, Javier Cruz (UAM).

En tanto pensamos que el periodismo ciudadano es la capacidad de lograr un (proyecto) inter-laboral, intercultural y plurilingüe, un sistema interdisciplinario que pueda permitir expresar, razonar, analizar y producir verdaderas soluciones a necesidades sociales.

Una acción periodística-participativa debe involucrar a las comunidades, al individuo de la calle, al escenario político representativo y a los sectores sociales propensos, a crear sus (modos) de informarse y comunicarse, una acción que produce (modos) de solución a problemáticas variables en contexto. El trabajo periodístico no debe estar lejano de las necesidades de una comunidad y de los individuos.

El reto más próximo en tanto está en las manos de los periodistas de los medios, cambiar el estatus de (medio) para convertirse en el nexo articulador del ejercicio ciudadano. Proyectar, aplicar, y mantener el trabajo periodístico de y en las comunidades.

Veo pertinente también asimilar e internalizar el proceso de investigación en el proyecto de periodismo ciudadano la investigación en acción participativa,  el análisis de género y un enfoque de medios alternativos. El grado de efectividad de este proyecto estará determinado por el grado de participación y vinculación que se tenga entre los actores sociales y su ejercicio participativo en procesos de comunicación, tal el caso del periodismo ciudadano.

Citas virtuales:

domingo, 5 de junio de 2011

Seminario internacional de periodismo científico: ¿CÓMO COMUNICAR LA CIENCIA?


El Auditorio 2 del Bloque “D” del campus de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Regional La Paz, fue escenario de  presentaciones y  reflexiones sobre los mecanismos y procesos de cobertura en temas de ciencia y tecnología. Este importante  seminario fue desarrollado los días 28 y 29 de abril del presente año y cuyo objetivo fue, y aun lo es, el de impulsar y fortalecer los conocimientos y práctica del periodismo científico.

El seminario acogió a periodistas, personas vinculadas a la divulgación del quehacer de instituciones de ciencia y tecnología, universidades, investigadores, estudiantes de ciencias de la comunicación y profesionales interesados en dicha divulgación.

Dentro el evento se pudo avizorar espacios que favorecieron el intercambio de experiencias en periodismo científico entre talleristas y participantes. Disertaciones que proporcionaron a la asistencia de las herramientas que permitirán mejorar la cobertura de temas de ciencia y tecnología en los distintos medios de comunicación de los que hacen uso, además de insumos sobre como comunicar y hacer pública la ciencia.

Este seminario internacional antecedido  por el Rector Nacional de la Universidad Católica Boliviana Dr. Hans van den Berg, el Viceministro de Ciencia y Tecnología Lic. Pedro Crespo y  el Ministro de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia Lic. Roberto Aguilar, dio inicio a los talleres de Ciencia y tecnología dirigidas a su divulgación y  comunicación.

Se dio inicio a los talleres gracias a la dirección de la Red Iberoamericana de Periodismo Científico, Luisa Masarani (Brasil), Acianela Montes de Oca (Venezuela), Ildeu de Castro Moreira (Brazil), Laura Guachalla (Bolivia), Javier Cruz (Mexico), Carmelo Polino (Argentina), e invitados como el Dr. José Luis Montaño- Docente investigador  del Instituto de Hidráulica e Hidrología UMSA  y el Dr. Rodny Balanza – Dir. Del Instituto de Investigaciones Metalúrgicas y Materiales UMSA.

Durante estos dos días de intensa reflexión se pudieron observar la necesidad que las instituciones, empresas, universidades, etc. Tienen por la falta de directrices que les permitan divulgar y comunicar la Ciencia; Espacios de encuentro interdisciplinar que coadyuven a una nueva re-circulación de los saberes científicos, combatiendo así la exclusión de los sectores sociales influyentes en cambios propositivos a favor de las nuevas re-construcciones sociales políticos, económicos y culturales, en busca del desarrollo sostenible y sustentable de los pueblos, naciones,   y sectores sociales  desprotegidos.

Dicho evento expresa la necesidad que se tiene por comprender e interpretar a la comunicación como un proceso de aprendizaje necesariamente social, haciendo de la ciencia un elemento vinculante en la construcción de saberes y conocimientos independientes y autónomos.

Por otra parte se ve reflejada la dispersión existente entre las ciencias exactas y las ciencias sociales, donde la Ciencia no ve tangible una confianza mutua entre ella y la comunicación. Y donde la comunicación no se ve legitimada por  la sociedad por la abstinencia en las prácticas científicas y tecnológicas que le dan credibilidad a la información.

En tanto, “es necesario que la praxis social en áreas específicas de divulgación y comunicación de la ciencia, se vea vinculada en esa relación indisoluble entre periodismo y ciencia”, según afirma; Carmelo Polino miembro del Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior (REDES) en Argentina.

Los asistentes quedaron convencidos de que el periodismo en la práctica social tiene implicaciones públicas y políticas que divergen de la “idea” científica que posee la divulgación por sí sola. “Se precisa tener un periodismo científico (crítico) que expresen necesidades sociales”, afirma Javier Cruz  miembro del equipo de especialistas  y representante de la Universidad Autónoma de México.
Finalmente, al concluir dicho evento en su evaluación, queda ineludiblemente de parte de los talleristas y participantes la necesidad irreprochable por generar un periodismo que trabaje por la gente y para la gente, un periodismo que deje de lado los intereses personales o de personas particulares a las que se subordinan, un periodismo que supere la praxis mecánica de informar para (formar) y educar. “Alimentar el conocimiento científico de la sociedad para fortalecer su toma de (decisiones) ciudadanas”, Concluye Javier Cruz.

El seminario Internacional de periodismo científico concluye con la exhortación de los organizadores, que dejan en la asistencia, el desafío de generar nuevos espacios de ejercicio interdisciplinar y su difusión, donde la Ciencia y la Tecnología formen parte indisoluble de la divulgación y la comunicación de conocimientos y saberes en pro de las realidades que representan las diferentes audiencias de Latinoamérica y en particular Bolivia.


sábado, 4 de junio de 2011

ENTRE LA LEGISLABILIDAD Y LA LEGITIMACIÓN


El capítulo cuarto y quinto referido a los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos es sin dudas un paso importante en el desarrollo de nuestras realidades y de contexto Boliviano, estas cuyo origen aún se (intentan a sí mismos) preservar. Sin embargo es importante notar  en estos documentos la falta de precisión y adaptabilidad en algunos de sus artículos, aunque no es menospreciable, se trata todavía de una normativa muy genérica. Hoy  hablamos de naciones, de pueblos, de una pluralidad y una multiplicidad de cosmovisiones y de prácticas cuya normatividad y reglamentación no se ha desarrollado aun en sus propios escenario Es también importante reconocer que estos cambios, resultado de luchas incansables por la identidad, no serán establecidas por la recopilación de textos que pueda promulgar el gobierno de turno. Esta será una lucha cuyos cambios se irán estableciendo con el paso del tiempo, con años de interacción y de trabajo en enclaves estructurales en el ámbito económico, político, cultural y sobre todo comunicacional.

Un claro ejemplo de ejercicio de un cambio en (proceso) en  este estado plurinacional, pues no es el único, es la adopción de una identidad cultural. Se dice que; “Si se lo desea; el individuo puede inscribir en su cédula de identidad la, valga la redundancia, la identidad cultural a la que (cree) pertenecer”. Y  me remito a si “cree” o si sus percepciones le impulsan asumir dicha identidad, es decir que si el individuo reconoce que en realidad pertenece a una identidad específica frente a las connotaciones que implica ser boliviano. E aquí el problema, la construcción de una identidad nacional que aun no se ha establecido, es más, ni se han dado las acciones suficientes. Y es que el cambio que se va generando en las políticas nacionales, no solo son nociones que se instalan en el atril de la legislabilidad, sino en las construcciones que la sociedad va asimilando, una proyección intrínseca de legitimar las nociones y percepciones de los habitantes desde sus escenarios, de tal forma que su identidad coincida con la de sus conciudadanos y con-patriotas. Claro está que la construcción de un horizonte identidario aun no se lo puede representar.

Por tanto en este esquema al cual me atribuyo, será  visto finalmente como resultado de años de trabajo en conjunto, donde los grupos sociales deberán edificar una identidad en común, para que así la autónoma mirada de los grupos o naciones que conforman el estado puedan general desde su desarrollo, un desarrollo común con el resto del país. Una Bolivia que sepa de donde vino, y sobre todo sepa a donde va. Para esta tarea será imprescindible el trabajo de los futuros sociabilizadores y buscadores de consenso, que son en tanto la nueva generación de comunicadores. Profesionales  que salen de sus escritorios en busca de contacto y de acercamiento entre la sociedad misma y sus necesidades económicas, políticas, culturales y comunicacionales, una búsqueda de un mañana, una construcción social llamado Bolivia como establecimiento de un estado plurinacional y plurilingüe.



ANÁLISIS DE LA DECLARACIÓN DE ALMA ATA


La magnitud de los problemas sanitarios previstos en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria en Salud 1977-78 fueron, y siguen siendo, una problemática de orden mundial de gobiernos de países sobre todo en vías de desarrollo. El reto de poder llevar el APS a todos los sectores sociales en el mundo, sigue siendo hoy una meta a alcanzar.

Tanto gobiernos, políticas gubernamentales, Instituciones vinculadas a la salud, y otros no comprenden aun la importancia de coadyuvar tareas en búsqueda del desarrollo social tal y como lo propone la declaración de Alma Ata. Fruto de esa ineficiencia, solo los privilegiados de las (potencias) pueden percibir un derecho que todo ser humano tiene.

Gobiernos de turno afirman la necesidad por crear políticas que puedan generar el acceso a la APS, sin embargo hoy luego de más de 30 años de la Conferencia en Alma Ata el tema parece haberse convertido en una utopía permanente, que pasa de mano en mano, entre los responsables gubernamentales y los sistemas nacionales de salud,  sin ser planteado o discutido y menos resuelto. La crítica parte no del mero supuesto de las deficiencias actuales, sino más bien del análisis comparativo de lo que se planteó en aquel tiempo y las realidades político-sanitarias de los países en temas de salud; esto sin tomar en cuenta elementos que convergen y hacen cada vez más difícil de resolver la problemática de la salud actual, caso particular el de Bolivia.

Cabe tomar en cuenta que muchos indicadores sociales nos han reflejado cierta mejora en aquellos parámetros de prevención y promoción en salud en el caso de Bolivia, claro a diferencia de años pasados, pero no lo suficiente como para prescindir   de preocupaciones convirtiendo el tema de la salud en un tema acción  aislada.

Son reales aun más, los datos estadísticos, epidemiológicos y de atención primaria  los que reflejan las deficiencias conceptuales y de aplicación pre-existentes, sobre todo en países en vías de desarrollo, caso particular Bolivia.

La asistencia sanitaria sigue siendo aun un proyecto en construcción, porque que claramente no podemos ver (materializada) esa consigna de que la APS es un proceso “permanente” de asistencia en salud.
Hoy varios sectores sociales, Instituciones y el gobierno de turno están ocupados (entretenidos) en sus disputas políticas, dejando de lado un tema que incluye necesariamente un impacto social.
La justicia social que quedo escrita en un vetusto papel, hoy es conceptualmente un término meramente político y sujeto a la libre interpretación por parte de quienes reclaman atributos sobre él,  control y administración por ejemplo; Un discurso político que deja a merced de cualquier re-significación. Hablamos en tanto de una justicia social que incumbe innegablemente aspectos de salud, un correcto entendido  (bienestar físico, mental  y social) que debe por consecuencia generar resultados en pro de un desarrollo social, incrementando así los niveles de producción y empleo, con planes nacionales de desarrollo que incorporen, tanto en el aérea urbana y rural, temáticas de salud, claro sin olvidar de una distribución equitativa de ingresos al PIB per cápita, que favorece al desarrollo económico local.

En nuestro país es necesario avizorar estos elementos que son importantes en la vida social y comunal de los pueblos y sectores sociales. Por lo menos (ya) se discute variables como; características geográficas, sociales culturales, políticas, etc. que determinan intrínsecamente aspectos de asistencia sanitaria.

Por otra parte será necesaria la re-construcción conceptual sobre el concepto (salud) en las instituciones con carácter educativo y con necesaria extensión en las familias y comunidades como política social y democrática que estimule la participación de los individuos y población en general. Las estrategias nacionales deben procurar la asimilación de estos principios y valores provistos en la declaración de Alma Ata, los cuales no pierden vigencia. La falta de sensibilización, y de la cual formamos parte todo el conjunto social, es la inmunización de las personas, un claro ejemplo de que a pesar de la existencia de medicamentos, no conformamos parte de una conciencia implícita de auto-responsabilidad.

Enseguida se expone una crítica escéptica de los argumentos expuestos sobre el desarme y logro de la paz mundial, expuesta en la declaración de Alma Ata. El nuevo orden mundial no vislumbra en absoluto las “bondadosas” supresiones armamentísticas o exterminios de poder consumado (ej. deuda externa), es más, las grandes potencias quieren mantener su estado hegemónico y colocándose las manos en los ojos para no ver la terrible realidad, ambiental, económica, política, que contradictoriamente repercute en espacios necesariamente de carácter sanitario.

Ni que decir sobre las brechas que dividen esta aldea (global); suministros de alimentos, agua potable, servicios básicos, suministro de medicamentos esenciales, que no son de interés de la política mundial, temas que ineludiblemente deben seguir formando parte de las actividades  político-sociales de nuestro país, capaces de promover  a que los individuos formen parte de un desarrollo responsable en sus  comunidades y que tenga repercusión en el desarrollo nacional. La autodeterminación de la población a resolver sus propios problemas sigue siendo parte de la utópica, pero necesaria,  idea de esta consigna global. Finalmente vemos necesaria la generación de nuevos paradigmas en comunicación para la promoción de la salud, los cuales puedan coadyuvar entre las comunidades, y sectores sociales e implícitamente entre los niveles del sistema sanitario nacional.