Es necesario, al principio de este análisis, reflexionar sobre las necesidades que las instituciones, empresas de comunicación, universidades, etc., tienen por la falta de directrices que les permitan hacer génesis de una real y legítima contribución periodística, generando así nuevos espacios para una participación ciudadana más efectiva y mejor preparada. Una reflexión que permita darnos cuenta de la poca relevancia que se da al tema de periodismo y el concepto mismo de ciudadanía.
La realidad Boliviana hoy en día se ve inmersa de abanicos mediáticos de información, una lucha de los medios por acaparar el (control), de lo que muchos consideran, parte del público consumidor y cuyo resultado se basa en la satisfacción de las (propias) necesidades de los medios. Es impactante la cantidad de contenido que no es íntegro y cuya elaboración no toma en cuenta ciudadano en la reconstrucción de nuestra realidad.
Repitiendo las palabras de Waldo Albarracín en el análisis de Tito; "Necesitamos promover a apóstoles del derecho impermeables a la presión política y económica, esos juristas pueden ser los verdaderos impulsores de la construcción de un sistema judicial diferente, acorde al proceso de cambio" (Tito P. Reynaga, 2011), veo la gran necesidad que tiene la propia política del ejercicio del ciudadano en la toma de desiciones y en la re-construcción de un modelo de sociedad de la información y comunicación.
Repitiendo las palabras de Waldo Albarracín en el análisis de Tito; "Necesitamos promover a apóstoles del derecho impermeables a la presión política y económica, esos juristas pueden ser los verdaderos impulsores de la construcción de un sistema judicial diferente, acorde al proceso de cambio" (Tito P. Reynaga, 2011), veo la gran necesidad que tiene la propia política del ejercicio del ciudadano en la toma de desiciones y en la re-construcción de un modelo de sociedad de la información y comunicación.
Además queda en entre dicho y en el vacío, el verdadero rol del periodista, quien de antemano debería ser un nexo entre, la re-interpretación de lo que es “ciudadanía” y los ciudadanos (que no saben) que son ciudadanos. Es lamentable como en nuestra generación aun se cree que lo ciudadano es un “mérito” que solo los sujetos “urbanos-occidentalizados” pueden alcanzar. Por tanto ¿Cómo crear espacios para el ejercicio periodístico, si los que están invitados a ejercerlos, siguen pensando erróneamente que el (rol) es para un puñado colectivo, en el que no se ven reflejados?
Haciendo una retrospección de nuestra historia, veo sin duda que la construcción de nuestro Estado Boliviano ha pasado por estadios sumamente conflictivos y estacionarios. Desde un punto de vista jurídico queda claro que durante este proceso se han alcanzado grandes logros, pero que sin embargo estos siguen siendo demasiado ambiguos y sustancialmente superfluos. Derechos y obligaciones que no concuerdan en un sentido político real, una sumatoria de leyes y normativas que no devuelven al ciudadano el (derecho) inalienable de participación en la toma de (decisiones) sobre lo que (quiere) y lo que (necesita), un verdadero ejercicio democrático. No es envano decir que; “El público, con razón, participará. He dado aquí ejemplos de cómo sumará y aportará; dejo aparte otro camino obvio y menos interesante: la opinión”Afirma Jordi Pérez.(Obama World, 2011)
El ingrediente llamado “participación”, es indispensable en el desarrollo y construcción de nuestro país, articulado lógicamente a través de la comunicación y el periodismo. Será importante entonces tomar en cuenta dimensiones socio-culturales, políticas y socio-económicas como son: las estructuras de la comunidad, el género, la acción colectiva e individual, relaciones de poder en la ciudadanía, la política ciudadana y la gobernabilidad. Un sinfín de variables que son parte de nuestro contexto.
Cuando hablamos de (periodismo) divulgar y comunicar no se trata solamente del proceso de envasado de la perspectiva (autocrítica) del periodista de turno, quién creyendo estar calificado para hacerlo, comete el gran error de sucumbir en la categoría de su propio (yo), el héroe de la prensa que no ve error alguno en su trabajo.
El trabajo periodístico es mucho más. Monasterio Betancur inrónicamente afirma que; “Realizamos una investigación sobre un tema al que no le dan importancia los medios, pero es importante para la sociedad, este tema es el de los anuncios de prostitución y de servicios de compañía para adultos que sale en los diarios cada día. Redactamos la noticia, la publicamos y ganamos el primer lugar gracias a este arduo trabajo titulado: Llamando al Placer”. (Monasterio Betancur, 2011) Por tanto un verdadero periodismo trata de generar interconexiones entre los periodistas de turno y aquellos ciudadanos que intentan producir un proyecto periodístico. Se trata de que tanto los periodistas de los medios, como los periodistas (ciudadanos) de las calles coadyuven esfuerzos en una re-circulación de la información, combatiendo así la exclusión de los sectores sociales influyentes en cambios propositivos a favor de las nuevas re-construcciones sociales políticos, económicos y culturales, en una búsqueda que parece ser (utópica), pero que sin embargo intenta alcanzar el desarrollo sostenible y sustentable de los pueblos, naciones, y sectores sociales desprotegidos y del propio país.
Hasta el “santo” día de hoy queda con nosotros la urgencia por comprender e interpretar a la comunicación como un proceso de aprendizaje necesariamente social, haciendo de la praxis ciudadana un elemento vinculante en la construcción de saberes y conocimientos independientes y autónomos.
Veo que es irreprochable el intento por fundar un periodismo que trabaje por la gente y para la gente, es más, un periodismo que trabaje (con) la gente, un periodismo que deje de lado los intereses personales o de personas particulares a las que se subordinan, un periodismo que supere la praxis mecánica de informar para (formar) y educar. “Alimentar el conocimiento científico de la sociedad para fortalecer su toma de (decisiones) ciudadanas”, Javier Cruz (UAM).
En tanto pensamos que el periodismo ciudadano es la capacidad de lograr un (proyecto) inter-laboral, intercultural y plurilingüe, un sistema interdisciplinario que pueda permitir expresar, razonar, analizar y producir verdaderas soluciones a necesidades sociales.
Una acción periodística-participativa debe involucrar a las comunidades, al individuo de la calle, al escenario político representativo y a los sectores sociales propensos, a crear sus (modos) de informarse y comunicarse, una acción que produce (modos) de solución a problemáticas variables en contexto. El trabajo periodístico no debe estar lejano de las necesidades de una comunidad y de los individuos.
El reto más próximo en tanto está en las manos de los periodistas de los medios, cambiar el estatus de (medio) para convertirse en el nexo articulador del ejercicio ciudadano. Proyectar, aplicar, y mantener el trabajo periodístico de y en las comunidades.
Veo pertinente también asimilar e internalizar el proceso de investigación en el proyecto de periodismo ciudadano la investigación en acción participativa, el análisis de género y un enfoque de medios alternativos. El grado de efectividad de este proyecto estará determinado por el grado de participación y vinculación que se tenga entre los actores sociales y su ejercicio participativo en procesos de comunicación, tal el caso del periodismo ciudadano.
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